Blancamieles tuvo adormecida la corriente lírica de versos
que
desemboca en el poeta
que
desemboca en el poema
que
desemboca en la poesía.
Y allí crece
y se calienta
y se evapora
y se llueve
y se renace.
Blancamieles estuvo en coma creativo.
La manzana de los brujos,
de los malos,
de los locos,
de los necios,
taponaba la zona-verso de su blanca materia gris amordazada.
Sólo a intervalos duermevelas
-y en descuido de los brujos-,
jadeó poemas de aprendiz.
Los satanes formaban circo vigilando su urna transparente.
Disfrazados de príncipes, besaban en la boca a Blancamieles,
que no escapaba de su estrofa de letargos.
Los abrazos de los príncipes valientes
tampoco pudieron despertar completa su musa a Blancamieles,
anulada casi,
de satanes brujos.
En un interludio de abrazos
despertó poeta de sí misma,
en soledad,
viva,
mirando hacia dentro su yo desdibujado,
suyo,
sola.
Sin manzanas amargas,
sin satanes,
sin brujos,
sin príncipes satanes,
sin príncipes valientes.
Ella..
Con ella.
Para ella.
Blancamieles nívea,
Blancamieles dulce,
Blancamieles verso,
poema,
poeta,
poesía.
Blancamieles, río de palabras.
Cuando regresaron los abrazos,
había emergido la poeta,
se había renacido de sus anestesiados restos.
Y odiaba las manzanas.
que
desemboca en el poeta
que
desemboca en el poema
que
desemboca en la poesía.
Y allí crece
y se calienta
y se evapora
y se llueve
y se renace.
Blancamieles estuvo en coma creativo.
La manzana de los brujos,
de los malos,
de los locos,
de los necios,
taponaba la zona-verso de su blanca materia gris amordazada.
Sólo a intervalos duermevelas
-y en descuido de los brujos-,
jadeó poemas de aprendiz.
Los satanes formaban circo vigilando su urna transparente.
Disfrazados de príncipes, besaban en la boca a Blancamieles,
que no escapaba de su estrofa de letargos.
Los abrazos de los príncipes valientes
tampoco pudieron despertar completa su musa a Blancamieles,
anulada casi,
de satanes brujos.
En un interludio de abrazos
despertó poeta de sí misma,
en soledad,
viva,
mirando hacia dentro su yo desdibujado,
suyo,
sola.
Sin manzanas amargas,
sin satanes,
sin brujos,
sin príncipes satanes,
sin príncipes valientes.
Ella..
Con ella.
Para ella.
Blancamieles nívea,
Blancamieles dulce,
Blancamieles verso,
poema,
poeta,
poesía.
Blancamieles, río de palabras.
Cuando regresaron los abrazos,
había emergido la poeta,
se había renacido de sus anestesiados restos.
Y odiaba las manzanas.
Todos los derechos©Ángeles Fernangómez