Por la paz en Palestina y en el mundo.
Él era un gato guerrero -incluso pendenciero-, de color oscuro y de nombre NUNCA.
Vivía con su familia en una especie de pequeña Cenefa Territorial donde se asentaba su madriguera. Los leones merodeaban constantemente disputándose el territorio, por eso NUNCA tenía el pelaje chamuscado y debía dedicarse a la defensa.
Harto del acoso, con sus propias patas fabricó unas bombas artesanas y las lanzó a uno y otro lado, con el ánimo de disuadir a sus contrarios y poder dormir un poco.
Un-Ejército-Completo-de-Leones contestó al farol, con las garras cubiertas de sofisticadas armas.
Las-Autoridades-de-LA-SELVA, miraban y deliberaban. “¡Dejadlo ya!” –instaron a ambas partes. Y, limpiándose el sudor por el cansancio, se acostaron a dormir.
Todos los derechos©Ángeles Fernangómez
Vivía con su familia en una especie de pequeña Cenefa Territorial donde se asentaba su madriguera. Los leones merodeaban constantemente disputándose el territorio, por eso NUNCA tenía el pelaje chamuscado y debía dedicarse a la defensa.
Harto del acoso, con sus propias patas fabricó unas bombas artesanas y las lanzó a uno y otro lado, con el ánimo de disuadir a sus contrarios y poder dormir un poco.
Un-Ejército-Completo-de-Leones contestó al farol, con las garras cubiertas de sofisticadas armas.
Las-Autoridades-de-LA-SELVA, miraban y deliberaban. “¡Dejadlo ya!” –instaron a ambas partes. Y, limpiándose el sudor por el cansancio, se acostaron a dormir.
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