FLOR
VIOLENTA
Sería la hora de la brisa cuando todo
fue,
pero era el azul más somnoliento de la
vida.
Una flor aguda
surgió violenta de la tierra,
y me explotó en el pecho.
y me explotó en el pecho.
Desintegrada,
busqué mis ojos y mis manos.
Vi los pájaros del alba sobrevolando la ventana.
Conseguí acariciar mis pulmones,
sostenerlos…,
recuperar el aliento, respirar profundo,
respirar.
Respirar.
Respirar.
Una a una,
fui encontrando todas las piezas de mi
puzle.
El tablero era amplio.
El tiempo mío.
De todos, los
milagros.
Me recompuse entera,
me comprobé más sana.
me comprobé más sana.
Y a prueba de violencia en los jardines.
Todos los derechos©Ángeles Fernangómez (texto y foto)