DÍA 14 (54 días)
Quién me diría a mí, al comenzar
los 80, que el edificio de Torres Blancas lo iba a tener mucho más tarde
y durante años a golpe de mirada desde mis ventanas. Y quién podría adivinar
que iba a captarle atardeceres dorados mientras yo, como casi toda la raza
humana, permanecíamos confinados por causa de un bicho invisible que trata de
matarnos.
Veo el edificio de refilón, de
frente y a la derecha de la visión que me dan estos benditos ojos de la casa. Torres
Blancas me trae recuerdos de noches de conciertos y de "movida madrileña" hasta
el amanecer. Y es que, justo en frente, estaba la famosa Sala Rock-Ola
donde, además de ser invitada a inaugurarla, bailé como loca viendo a Alaska
y Dinarama, Derribos Arias, Glutamato Ye-yé, Siniestro Total, Radio Futura, Aviador
Dro, Gabinete Caligari, Parálisis Permanente… ¡ay, podría seguir, pero ya
paro, que me falta el aire!
Rock-Ola quedará, más para bien que para mal, en los anales de la historia y del recuerdo, ya hay algún amigo
cercano que ha escrito algún libro con una interesante historia que desemboca en
este lugar. Y eso que no vi ya a Nick Cave ni a Spandau Ballet y
otros muchos del calibre, porque para esas alturas yo ya había dejado Madrid
para vivir aislada en medio del mar por unos años.
Quién me diría, también, que
una de esas tardes de la más cruda y aguda cuarentena, cuando me entretenía
intentando hacer fotos diferentes desde la misma posición de partida, iba a
encontrar un decorado tan hermoso de atardecer que rodeara y coronara al
edificio Torres Blancas, porque la mente hace asociaciones que no
deshace ya en la vida, y una de ellas -para mí- es ésta, la de asociar este
edificio con las noches locas de Rock-Ola en mi temprana juventud.
El caso es que yo había venido a hablar aquí de atardeceres hermosos captados desde mi ventana, pero se me interpuso este edificio y me desvió la atención. Y todo ello confinada y
sin salir de casa. Está claro que se puede viajar desde la quietud en el
espacio y en el tiempo, se puede volar y pisar tierra, se pueden romper
barrotes y sentir la libertad. ¿Quién habló de poner puertas al campo? Si
alguien habló de ello, que desista, es imposible.
Recuerdos
asociados,
viaje de
cuarentena a la movida.
La causa:
un edificio,
y es que yo
vine a hablar de atardeceres.
.
A día de hoy:
- Seguimos confinados no del todo.
- Ya tenemos calendario de desescalada (por fases)
- Hoy comienza la Fase 0 de la desescalada.
- Algunos negocios ya pueden abrir con cita previa.
- Podemos pasear por turnos unas horas.
- Curva descendente