VEN, PASA SIN LLAMAR


MENSAJE Y CANCIÓN DE BIENVENIDA AL BLOG
(Pinchar sobre el texto que sigue, para escuchar la canción):
VEN,
PASA SIN LLAMAR
(*) Vídeo de la CANCIÓN: pinchando en cualquier parte del texto de bienvenida anterior (Le puso música y voz: Amador (Dorchy Muñoz) Gracias.

*Tanto los TEXTOS como las FOTOS de cada entrada del Blog son autoría de Ángeles Fernangómez. En algún caso excepcional en que no fuera así, siempre se especifica el nombre del autor o autora y se cuenta con su consentimiento.


viernes, 31 de agosto de 2012

LA HORA DE LOS NAIPES


 (2012)

LA HORA DE LOS NAIPES 
                                                                                          A Eduardo

Cómo alcanzar el cabo de este ovillo.
Cómo erguirme y escapar de la cárcel que me tejo,
si no se va esta angustia, si no cede,
si el dolor oprime todas mis fronteras.

Escapé: no hay sombra

Volví: falta la luz

Tomé el pincel:  se nublan los colores

Ya recorrí a oscuras el pasillo, y ahora…
me derrumbo en esta cama, empapada
del llanto de mis poros, de mi llanto. Ay,
que no declina, no, que me estrangula, que me asfixia. Me taladra
como una línea gris directo a los cipreses.

Apagué el teléfono:
no quiero oír la voz de las demandas.
¿Cuántas veces así, para mañana siempre?
Llegó la noche a las ventanas:  ahora,
ya se igualó la calle con mis sienes;
no hay adverbio de lugar que me socorra.
no hay Madrid ni Toledo que calmen.
                                               ¿Dónde el punto de fuga de este cuadro triste?

El sinfín, el no retorno, ¿quién impuso el castigo
de ganarse la vida, embrutecerse?
Mis deseos solo alcanzan a mis lienzos, a mis libros,
la enciclopedia y una lámpara:
absorber
lo aprendido por  los hombres y los años.

También necesito de una madre, pero es tarde,

tengo que acallar mi pálpito, salir
de este embudo oscuro en que no quepo, silenciarme.
Ya cubren los naipes el tapete:
sólo sentiré un frío tremendo en mi garganta.
Tal vez, ni oiga el ruido estrepitoso de La Nada.


Todos los derechos©Ángeles Fernangómez (texto y foto)