VEN, PASA SIN LLAMAR


MENSAJE Y CANCIÓN DE BIENVENIDA AL BLOG
(Pinchar sobre el texto que sigue, para escuchar la canción):
VEN,
PASA SIN LLAMAR
(*) Vídeo de la CANCIÓN: pinchando en cualquier parte del texto de bienvenida anterior (Le puso música y voz: Amador (Dorchy Muñoz) Gracias.

*Tanto los TEXTOS como las FOTOS de cada entrada del Blog son autoría de Ángeles Fernangómez. En algún caso excepcional en que no fuera así, siempre se especifica el nombre del autor o autora y se cuenta con su consentimiento.


martes, 5 de mayo de 2020

DIARIO DE CUARENTENA TRAS LOS 40 DÍAS - Alteración perceptiva

                                                      Fotos desde la ventana (confinamiento)
DÍA 13 (53 días)

ALTERACIÓN PERCEPTIVA
Es recurrente. Esta sensación es recurrente desde poco después de que empezaran los aplausos de las ocho. No he dejado de aplaudir ninguna tarde y recuerdo bien el primer día, ese en que, convocados todos por whatsap, salimos a las ventanas, balcones y terrazas a aplaudir. Ese día no fue a las ocho, fue a las diez y era noche cerrada, cómo pasa el tiempo. Al día siguiente dijeron que había que adelantarlo dos horas para que pudieran participar los niños y las ocho se quedó instalada como la hora en que todos pensábamos en lo mismo y a la vez, como en la canción de Mecano. Recuerdo que aquel primer día, el de las diez, se me aguaron los ojos y la voz se me rompía de emoción. Estábamos conmocionados por lo que sucedía, los hospitales desbordados, el personal sanitario dándolo todo sin tener la cobertura necesaria y… nosotros sacábamos los brazos por las ventanas para decirles con las manos que les teníamos en cuenta y estábamos con ellos y se lo decíamos aplaudiendo su trabajo. Después lo ampliamos a todo el que daba la cara en trabajos que nos permitían subsistir.
A los pocos días de los primeros aplausos, comencé a asustarme. De vez en cuando yo oía aplausos y no eran las ocho, si no a cualquier hora, como si me retumbaran, como si fuera el eco de los de la noche anterior. Los escuché un día, luego otro, y a diferentes horas. Miraba por la ventana y todo eran alucinaciones mías, la mente me engañaba y oía cosas que no existían, como lo que le pasaba a aquella mujer del libro de Oliver Sacks que escuchaba música irlandesa de la infancia incluso cuando dormía. Buen libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, pero el tema me asusta, ¿el confinamiento me estaría convirtiendo en una neurótica que manifestaba alteración de la percepción de las cosas?
Eran ráfagas, lo sé, pero se repetían en mi mente como un mantra, un mantra bonito, pero ilusorio y, al ser tan recurrente, me daba tanto miedo como también me gustaba.
No he adivinado todavía el motivo de esos engaños mentales, de hecho todavía los tengo, pero eso no me impidió nunca acudir uno tras otro y sin excepción alguna a abrir la ventana y aplaudir todos los días y a la misma hora. Tampoco me impidió saber a qué y a quiénes aplaudía con el ánimo exclusivo de alentar en tan ardua tarea. La memoria en eso no me fallaba.
Después llegó aquella gente que, por llevar la contra incluso en estos momentos tan graves, dijo que eso de los aplausos era una tontería, que no había motivo para aplaudir a nada ni a nadie y que lo que había que hacer eran minutos de silencio por los muertos. ¡Vaya, pues claro!, no está mal, todos sentimos a los muertos y nos duelen, muchísimo. La atrocidad es indescriptible y se merecen millones de minutos de silencio. Les aseguro que en casa los hacíamos todos, tantas horas en casa dan para pensar en todo y silenciarse. Pero eso no es óbice para despreciar los aplausos de aliento, ¿o es que el tiempo ha hecho olvidar a algunos por qué se aplaude? Además, ¿de verdad un confinamiento no es lo suficientemente deprimente como para no buscar algo que nos de un poco de alegría y no hacernos pasar por un luto perenne?
El caso es que yo seguí aplaudiendo. Y sigo. Lo que no he resuelto todavía es el motivo de escuchar aplausos que no existen. ¿Será que me gustaría que haya más personas aplaudiendo? Igual es eso.

La mente es engañosa
oye a destiempo lo que quiere y gusta
el eco del aplauso,
anhelo de la unión en la contienda.
.


A día de hoy:
  • Seguimos confinados no del todo.
  • Ya tenemos calendario de desescalada (por fases)
  • Hoy comienza la Fase 0 de la desescalada.
  • Algunos negocios ya pueden abrir con cita previa.
  • Podemos pasear por turnos unas horas.
  • Curva descendente